Fimo (arcilla polimérica) para una principiante

Ya hacía tiempo que lo quería probar. Ya hacía tiempo que, cuando estaba en la tienda de manualidades, me paraba delante la estantería dónde están las pastillas de Fimo y las contemplaba. Ya hacía tiempo que no acababa de atreverme a dar el paso. Finalmente lo he dado.

He empezado por escoger un proyecto para realizar con Fimo. La elegida ha sido una muñeca que vi en un tutorial, una muñeca muy mona desde mi punto de vista y que me pareció que no era excesivamente complicada. Si queréis ver el tutorial en cuestión, pinchad aquí.

Para poder realizarla hay un material que es imprescindible: la arcilla polimérica. Se trata de un material moldeable parecido a la plastilina, pero con la particularidad de que cuando lo horneas, endurece. Lo podemos hallar de diferentes marcas: Fimo, Sculpey, Kato, Premo, Pardo,... Yo he probado el Fimo Soft, que por lo que he leído, es más maleable que el Fimo Classic.

Para la muñeca necesito un mínimo de 3 colores, y es lo que he comprado: color beis para la cara y manos, color negro para el cabello, zapatos y detalles del abrigo y color lila para la ropa.

Una vez he conseguido el material, ya puedo empezar. La verdad es que trabajar con este material te transporta a la infancia, con recuerdos de las clases de manualidades en la escuela moldeando plastilina. Y tengo que confesar que los recuerdos que tengo de mi misma, son los de una niña no excesivamente mañosa, ni creativa. Espero haber mejorado con el tiempo...

Y aquí tenéis el resultado. Me gusta cómo ha quedado. Al hornearla la he puesto sentada con las piernas colgando porque quiero colocarla sentada en una estantería.

Después de haber terminado el proyecto, me queda bastante pasta Fimo, ¿Qué hago? ¿La guardo para cuando tenga un nuevo proyecto? ¿O hago un recorrido por la memoria de todos los turoriales que he visto hasta ahora sobre el tema y sigo experimentando, a ver que sale? Pues ha salido esto...

Son 9 colgantes que han salido a base de imaginar conbinaciones y mezclas, de probar con diferentes cortadores (corazón, estrella, óvalo, cuadrado, redonda, flor...) y. en definitiva, de jugar un poco con el material. Una vez horneados están lijados y pulidos, lo que les da un acabado suave y brillante.

Después de haber comenzado a trabajar con este material, y viendo las muchas imperfecciones con que han acabado, me quedo con muchas ganas de comprar máquinas y herramientas (ya estoy ahorrando) para conseguir piezas de mayor cualidad. Y ahondando en el tema en la red, ya he visto muchas técnicas que quiero probar. Espero poder mostrarte todo lo que vaya saliendo.

Ya basta por hoy, si te ha gustado y nos quieres seguir, sólo tienes que suscribirte a nuestro servicio de mensajería y hacerte seguidor/a del blog. Lo puedes hacer desde la columna lateral.

Hasta pronto!!!